Día de carga o realimentación, ¿Necesario o inteligente?
Cuando estamos en una etapa de pérdida de grasa, entiéndase déficit calórico, nuestro cuerpo eventualmente notara que el suministro de energía está disminuyendo, así como el gasto incrementando (en los casos donde se combina déficit calórico por parte de la dieta y gasto calórico por parte de los entrenamientos)
El hecho de que nuestro cuerpo note el cambio en los suministros y gastos de energía, ocasiona procesos metabólicos y/o hormonales, pues nuestro cuerpo no entiende de estética, así que su objetivo no es lucir bien, sino sobrevivir y mantener un buen flujo de energía tanto entrante como saliente, es por ello que el cuerpo humano está especializado en el almacenamiento de grasa para supervivencia.
Leptina y ghrelina son específicamente afectadas por el déficit calórico, estas dos hormonas actúan de la siguiente manera:
La leptina es una hormona que actúa como una especie de sensor, cuando la cantidad de grasa aumenta en los adipocitos (células de grasa) se libera leptina, la cual envía una señal al hipotálamo informando que hay suficiente cantidad de grasa, y que el apetito se debe inhibir al mismo tiempo que informa que la grasa debe ser utilizada, CUANDO ESTAMOS EN DEFICIT CALORICO ESTA HORMONA NO ES SEGREGADA CORRECTAMENTE, Y POR LO TANTO EL APETITO INCREMENTA Y EL GASTO DISMINUYE.
La ghrelina por su parte es conocida como la hormona del hambre, esta hormona incrementa o disminuye conforme nos alimentamos, calóricamente hablando, es decir que cuando consumimos buena cantidad de calorías el hambre disminuye, y cuando nos infra alimentamos la hormona incrementa y por ende el apetito/hambre.
Realizar un día de realimentación o carga, supone revertir los efectos del déficit calórico sobre las hormonas/metabolismo y que estas funcionen adecuadamente para poder seguir perdiendo grasa, además del descanso mental que supone, realizando una sobre ingesta de calorías ESTRUCTURADA QUE NO ANULE EL DEFICIT SEMANAL planteado, cabe acotar que estas hormonas se han descubierto mayormente sensibles a los carbohidratos, es por ello que las cargas deberían ser provenientes de carbohidratos.
Hay que dejar claro además, que un día de realimentación no es comer deliberadamente y de cualquier fuente, precisamente esto es lo que anula el déficit y nos hace ir hacia atrás en el objetivo de perdida de grasa, es por ello que debe ser un protocolo estructurado y bien pensado, preferiblemente de la mano de un profesional en el campo de nutrición.
Otro aspecto relevante es que dependiendo del tiempo en que estemos en déficit calórico, los días de realimentación deberán ser más frecuentes conforme vamos perdiendo más grasa, pues también en algún punto el cuerpo reconoce la estrategia y se debe incrementar, algo que hace más complejo la estructuración de la dieta en dicho aspecto.
En resumen , desde mi experiencia y punto de vista , el día de realimentación en un principio es un protocolo inteligente , pero conforme se avanza en la dieta se convierte en un aspecto necesario si es que se quiere seguir obteniendo resultados, claro que llega un momento donde se ha perdido cierta cantidad de grasa, etapa en la cual ya el déficit no puede ser incrementado y mucho menos las estrategias de día de carga, en este momento es necesario aplicar un protocolo de dieta inversa antes de volver a la perdida de grasa, hablare de la dieta inversa en otro artículo.
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